El juego se llama «el escondite inglés» o también «el pollito inglés». Se juega en un patio o en la calle. No hay límite de participantes.
Uno de los jugadores se queda y hace de «pollito inglés». Para ello se coloca en una pared y el resto de participantes se sitúa a cierta distancia.
El «pollito inglés» se coloca de cara a la pared, de espaldas al resto de jugadores y pronuncia, más o menos deprisa, la frase:
«Un, dos, tres, ¡pollito inglés!»
o bien:
«Un, dos, tres, al escondite inglés, sin mover las manos ni los pies»
y cuando la termina se gira bruscamente.
El resto de participantes puede avanzar mientras que el «pollito inglés» está de espaldas, pronunciando la frase mencionada, pero deberán estar completamente inmóviles cuando este se gire y los mire.
El jugador que el «pollito inglés» vea moviéndose deberá retroceder hasta el punto de partida inicial.
El jugador que llega primero hasta donde está situado el «pollito inglés» sin que lo haya visto moverse gana el juego y hace de «pollito inglés».
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